A los catorce años me expulsaron del colegio. Dijeron que había intentado besar a una niña en los vestidores. Mamá enloqueció. Me azotó y me castigó. Desconfiaba de mí y revisó mis cosas. Encontró las fotos que me hizo aquél hombre y algunos de mis dibujos. Mi pequeño mundo se vino abajo. Sólo papá supo la verdad. No la intenté besar. La besé. Me besó. Llevábamos semanas intercambiando mensajes de amor. Cuando nos sorprendieron ella se asustó y dijo que yo la había forzado. Luego negó que nos hubiéramos besado y cambió la versión a “Valeria quería besarme.”. Papá fue comprensivo. Dijo que vendrían días muy difíciles y me aconsejó que los afrontara con dignidad. Pronto todo estará bien. Tenía razón. Mamá me llevó al internado y ahí conocí a la madre Eudith.